Totalmente cercada por la mayoría de la población se mantuvo la Alcaldía de Simijaca, Cundinamarca, que exige la destitución del burgomaestre, Jaime Reyes Peña, y el cuerpo de Policía del municipio, integrado por diez uniformados.
Quienes adelantan este acto de protesta lo hacen impulsados por el asesinato del comerciante de la Región, Olegario Varela, que se produjo esta semana.
Voceros del acto de resistencia manifestaron que no estaban dispuestos abandonar la máxima sede de la administración municipal, hasta tanto no se cumpla con sus exigencias, aunque las autoridades han anunciado que están en capacidad de mantener el orden público con la llegada de algunos refuerzos.
Recientemente, se presentó otra asonada en el municipio de San Andrés de Sotavento, Córdoba, donde la población adelantó una airada reclamación que pro poco acaba con la vida del alcalde.
En ese caso, los pobladores de la zona decidieron tomarse por la fuerza las instalaciones de la Alcaldía, en protesta por las irregularidades en el suministro de energía que ofrecía la empresa Electricaribe.
Por fortuna, en el caso de Simijaca no se han presentado actos de violencia que lamentar, como los que se registraron en el municipio cordobés. Entre otras medidas, el alcalde ofreció una recompensa de 10 millones de pesos a cambio de información que permita dar con la captura de los responsables del homicidio del comerciante.
Nota tomada de https://www.elespectador.com/colombia/mas-regiones/asonada-en-simijaca-article-174806/
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