Para el excandidato, comprometer vigencias futuras para ejecutar obras es una muy mala práctica. Foto: Extrategia Medios |
Con el título “Qué decepción”, el excandidato presidencial Germán Vargas Lleras, habló sobre varias obras viales que el Gobierno de Iván Duque adelanta en el país con “plazos absurdos”. En su columna, publicada el decimoquinto de enero en El Tiempo, deja ver su malestar pues, indica que, para su ejecución comprometieron vigencias futuras extraordinarias de los próximos dos gobiernos.
“A propósito de la situación de orden público en Arauca, me referí al proyecto vial Bicentenario en su tramo Lejía – Saravena, en donde se adjudicó la construcción de 47 km de un total de 150 y con entrega en el año 2030. Me llamó la atención este contrato no solo por el reducido alcance de las obras, menos del 30%, y por el larguísimo plazo de entrega, 8 años, sino por su financiación, todo con vigencias futuras”, mencionó Vargas Lleras.
El también exsenador y exministro fue más allá al mencionar que se sorprendió al constatar que para nada se trataba de un caso aislado, “sino de un programa del actual gobierno llamado pomposamente ‘Vías para la legalidad’, propuesto en el marco de la reactivación económica”.
Indica que es un plan “totalmente maquillado, cuyas modestas obras fueran contratadas con plazos absurdos de entrega que vencen en 2030” y que, como lo anunció, “no traerá más que frustración a las comunidades que pretende beneficiar”.
Mencionó que detectó al menos 15 proyectos licitados bajo la misma modalidad, citando casos en el Putumayo, La Guajira, Meta, Vichada, Boyacá, Cundinamarca y Santander.
Afirmó que entre Cundinamarca y Santander, en el tramo Zipaquirá - Simijaca - Barbosa - Bucaramanga, de un total de 344 km, solo contrataron 63 km hasta 2030. Escribió también que en el trayecto Puerto Boyacá - Otanche - Simijaca - Zipaquirá, solo contrataron "43 km de 290", con plazo hasta 2030.
“Todos estos contratos decepcionan. Ninguno será funcional ni se terminará ningún corredor vial, y todo sin el menor sentido de la eficiencia. Solo el afán mediático, la necesidad del anuncio al precio que sea. Y advierto que, al contrario de lo que piensa el Invías, nada garantiza que los tramos no intervenidos estén o vayan a estar en buenas condiciones en 2030”, recalcó.
Vargas Lleras manifestó que las obras son un “reparcheo disfrazado” en el que gastarán 5,6 billones de pesos que nada solucionarán. “El gobierno actual muy pocos recursos aportará, pues para su ejecución comprometió vigencias futuras extraordinarias de los próximos dos gobiernos. Es esta una muy mala práctica. En contraste con el anterior gobierno, que de 59 proyectos estratégicos en obra pública solo en 7 casos se pidieron vigencias hasta 2019 y en 2 –Medellín y Pereira – Quibdó– hasta 2021. Sobran las explicaciones”, precisó.
Resaltó que con un plazo de ejecución tan largo -8 años- el alcance de las obras "se verá seguramente reducido, y como los contratos incluyen la revisión de los diseños entregados, es seguro que las obras se reducirán en su alcance y todo esto terminará en un incremento de los presupuestos asignados, cuando no en reclamaciones y adiciones millonarias".
“Este programa me recuerda el fallido plan de los 2.500 km del exministro Andrés Uriel Gallego, mentor y guía del doctor Gil, actual director del Invías. Seguramente sea este genio quien embaucó a la ‘madrina’ de la infraestructura para que se embarcara en un programa ineficiente, costosísimo y que no dejará más que frustración y pérdida de recursos. Ninguna de estas obras se verá antes de 2030, pues esos son los plazos contractuales, y posiblemente tampoco después de ese año. Pero ¿a quién le importa? Ya van de salida y en modalidad campaña”, culminó Vargas Lleras.
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